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Hiperfoco en el TDAH: Cuando la Concentración se Convierte en una Bendición y una Maldición

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neuropsicológica que a menudo se asocia con la falta de concentración y la impulsividad. Sin embargo, existe un fenómeno menos conocido pero igualmente importante en el TDAH: el hiperfoco.



¿Qué es el Hiperfoco?

El hiperfoco es una forma extrema de concentración en una tarea o actividad específica. Cuando una persona con TDAH se encuentra en estado de hiperfoco, es capaz de sumergirse profundamente en una actividad, a menudo olvidándose del tiempo y del entorno. Durante este estado, pueden mostrar un rendimiento sobresaliente en la tarea en la que están enfocados.


Relación con el TDAH

El hiperfoco está intrínsecamente relacionado con el TDAH, aunque puede parecer contradictorio a primera vista. Mientras que las personas con TDAH a menudo luchan por mantener la concentración en tareas que no les interesan o que consideran aburridas, cuando encuentran una actividad que les apasiona, pueden experimentar el hiperfoco. Esta capacidad para enfocarse intensamente en algo que les interesa es un rasgo distintivo del TDAH.


Bendición y Maldición

El hiperfoco puede ser una bendición cuando se utiliza de manera productiva. Las personas con TDAH pueden ser extremadamente creativas y productivas cuando están en este estado. Pueden completar tareas complicadas, desarrollar proyectos innovadores y profundizar en sus pasiones de una manera que pocos pueden igualar.

Sin embargo, también puede ser una maldición cuando se vuelve compulsivo y afecta negativamente la vida diaria. Algunas personas con TDAH pueden pasar horas en una actividad de hiperfoco, descuidando responsabilidades importantes como el trabajo, las relaciones personales o el autocuidado. Esto puede causar estrés, frustración y conflictos en sus vidas.


Gestión del Hiperfoco

La gestión del hiperfoco en el TDAH es crucial para aprovechar sus beneficios sin caer en sus trampas. Aquí hay algunas estrategias útiles:

  1. Conciencia: Reconocer cuándo se está experimentando el hiperfoco es el primer paso para su gestión. Esto permite a las personas con TDAH tomar decisiones informadas sobre cómo equilibrar su enfoque.

  2. Establecer límites de tiempo: Al dedicar tiempo específico a las actividades de hiperfoco y establecer límites de tiempo, es más probable que las personas mantengan un equilibrio entre sus responsabilidades y sus intereses.

  3. Planificación y organización: Utilizar herramientas de planificación y organización, como listas de tareas y recordatorios, puede ayudar a mantener el equilibrio y evitar que el hiperfoco se convierta en una distracción perjudicial.

  4. Apoyo profesional: Trabajar con un terapeuta o coach especializado en TDAH puede proporcionar estrategias específicas para gestionar el hiperfoco y maximizar sus beneficios.

En resumen, el hiperfoco es un aspecto fascinante del TDAH que puede ser tanto una bendición como una maldición. Con conciencia y estrategias adecuadas, las personas con TDAH pueden aprender a aprovechar su hiperfoco de manera productiva y mejorar su calidad de vida.

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